Giovanni Lepri

Claudia Masferrer conversa con Giovanni Lepri (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) sobre la consolidación de México como país de asilo para miles de personas que huyen de la persecución y la violencia. Platican sobre el papel de diversos actores en México en la protección, asistencia e integración de estas poblaciones.






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Retos y oportunidades: México como país de asilo

En los últimos años México se ha consolidado como un país de destino de miles de personas que huyen de la persecución, las amenazas, la violencia y la inseguridad en sus comunidades de origen. Entre 2019 y 2022, recibió más de 360,000 solicitudes de asilo, principalmente de personas de Honduras, Haití, Cuba, Venezuela, El Salvador y Guatemala, pero también de nacionalidades de otros continentes. Esta cifra ha convertido a México en uno de los países con más solicitudes de asilo en el mundo.

Existen cinco causas que explican porqué México es en la actualidad un país de asilo. 1) El deterioro de las condiciones del país de origen, ya que la violencia, la persecución e inseguridad se posicionan cada vez más como factores que explican la movilidad humana en la región. 2) El fortalecimiento del sistema de asilo, gracias al trabajo realizado en los últimos años —aunque continúan muchos retos—, se han fortalecido las capacidades de procesamiento y atención a los solicitantes del reconocimiento de la condición de refugiado en este país. 3) Las dificultades y los altos costos para acceder al territorio estadounidense de manera irregular, ya que las políticas restrictivas en la frontera norte han ocasionado que personas de nacionalidad centroamericana, principalmente, deseen permanecer en México. 4) La mejora en las condiciones de recepción e integración laboral y socioeconómica en localidades del centro y norte como: Monterrey, Saltillo, Guadalajara, San Luis Potosí, Guanajuato, entre otras. 5) El fortalecimiento de las redes sociales de población refugiada en las localidades anteriormente referidas ha generado un “efecto llamada” de familiares, amigos y conocidos para asentarse en estas ciudades.

Actualmente, entre la población refugiada se desarrolla un proceso similar a la creación de redes sociales en la década de 1990 por parte de migrantes mexicanos de ciertos estados, que decidían su lugar de destino en función de la presencia de redes de apoyo originarias de su misma entidad federativa. Por ejemplo, migrantes michoacanos y jaliscienses decidían ir a California, poblanos y oaxaqueños a Nueva York o Illinois. Ahora se vislumbra un proceso similar en la toma de decisión de personas hondureñas que se asientan en Monterrey, población venezolana en Monterrey y Cancún, o población haitiana en Tijuana.

En 2011 México promulgó la “Ley sobre refugiados y protección complementaria”, la cual se reformó en 2014 para llamarse “Ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político”. En gran medida la norma está alineada a los altos estándares en materia de derecho internacional a las personas refugiadas. En ella se determina que las personas beneficiarias de protección internacional en México gozan de todos los derechos para garantizar su plena integración a la sociedad mexicana. El cumplimiento irrestricto de los postulados de la ley es el principal reto que tiene el Estado mexicano para lograr que las personas refugiadas desarrollen y potencien sus capacidades en el ámbito económico, social y cultural. La integración plena de las personas refugiadas se puede lograr si se cumplen todas las etapas del ciclo de protección. 1) Acceso al territorio y documentación. 2) Atención humanitaria y acceso a servicios con necesidades específicas. 3) Atención a comunidades de acogida y 4) Integración local laboral, financiera, educativa. El Estado es el principal responsable para cumplir este ciclo, sin embargo, en México las organizaciones de la sociedad civil, los organismos internacionales como el ACNUR, los actores privados, entre otros, desempeñan un papel fundamental para brindar protección, asistencia y trabajar hacia la integración de la población refugiada, solicitante de asilo y desplazada interna en México. Todavía existen grandes retos, pero los avances hasta el momento brindan un panorama esperanzador.

Lee más

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “Caminando hacia la integración, Principales resultados del ACNUR en México 2022”.

Philip, Alice y Olivia Berthon, “Socio-economic Integration”, Forced Migration Review, núm, 71, 2023.

Lepri, Giovanni, Sofia Cardona y Uriel Salas, “Movilidad humana: perspectiva de protección internacional”, Iuris Tantum.

El Colegio de la Frontera Norte (COLEF), “Perfiles, dinámicas y perspectivas en torno a la situación de las personas refugiadas en México, diciembre 2020”.

UNHCR, “Mid-YEAR trends 2022”.

Giovanni Lepri

Retrato


Giovanni Lepri es Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México desde 2021. Previamente fue Representante Adjunto en México. Tiene más de 20 años de experiencia como funcionario internacional trabajando en situaciones de desplazamiento forzado, en países como República Democrática del Congo, Colombia, Sudán, Mozambique, Grecia, entre otros. Es maestro en Políticas Públicas por la Universidad de Londres, Reino Unido y maestro en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales por la Universidad de Milán.