Claudia Masferrer conversa con Patricia Martin (Université de Montréal) sobre la llegada reciente de personas mexicanas a Canadá y por qué un número importante busca protección internacional y refugio en ese país.
La migración de mexicanos hacia Canadá es un fenómeno bastante reciente; pero desde el principio, los procesos de migración y la política migratoria entre los dos países han quedado marcados por relaciones de poder desiguales muy importantes, lo que refleja procesos más generales de integración económicos asimetricos. Para Canadá el control sobre la frontera — quién puede entrar y bajo qué circunstancias— ha sido y sigue siendo un mecanismo importante de mantenimiento de esta relación de poder. Dos flujos migratorios en especial han caracterizado estas relaciones desiguales. El primer flujo es la migración cíclica, que se estableció de forma temporal, de trajadores agrícolas dentro del programa PTAT (Programa de Trabajadores Agricolas Temporales). México se incorporó a este programa en 1974 y el número de participantes ha crecido desde entonces para llegar hasta 27,000 trabajadores en 2024. Para el sector agrícola en Canadá el programa ofrece de manera permanente acceso a una mano de obra barata y fiable. Sin embargo, según investigadores y defensores de los derechos laborales, esta forma de migración temporal international representa una forma de trabajo “no-libre” basado en la explotación y la precarización de los trabajadores. El segundo flujo migratorio de México a Canadá es la llegada de personas que solicitan refugio. Este flujo empezó a manifestarse en la década de 1990. Después de un aumento en la década de 2000, el gobierno de Canadá impuso una visa sobre los viajeros mexicanos en 2009. Este patrón se repitió más recientemente. En 2016, el gobierno de Canadá quitó la visa para reponerla de nuevo durante la primavera de 2024. El uso de la política de visa envía un mensaje muy fuerte que afirma que en México hay personas que necesitan protección international, un posicionamiento difícil de justificar frente a la violencia grave que vive el país y la impunidad del Estado frente a esa violencia. En estos dos flujos migratorios claves notamos que la política fronteriza de Canadá es muy selectiva y sirve para distribuir ventajas y desaventajas de un lado al otro lado de la frontera.
Campos-Flores, L. y P. Martin (2023). “Towards an Emotional Geoeconomics? Masculinity and Emotions among Mexican and Guatemalan Temporary Agricultural Workers in Québec”, Canadian geographies, 1-10.
Martin, P. (2019). “Canadá retira el requisito de visa. La geopolítica de los lineamientos de asilo canadiense y su impacto en los mexicanos que lo solicitan”, en S. Lara, P. Martin y J. Pantaleon, (coords.), Las nuevas políticas migratorias canadienses en el contexto actual de Norteamérica, México: Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad Nacional Autónoma de México y Universidad de Montreal.
Martin, P., A. Lapalme y M. Roffe Gutman (2015). “Refugiados y solicitantes mexicanos de asilo en Montreal: acciones de ciudadanía en el espacio norteamericano”, en J. Pantaleon y S. Lara Flores (coords.), Hacia el otro Norte, Clacso: Buenos Aires, pp. 239-255.
Martin, P. y A. Lapalme (2013). “Mexican Asylum Seekers to Canada: the Door Closes”, NACLA: Report on the Americas, vol. 46, núm. 1, pp. 74-78.
Patricia Martin es profesora de geografia en la Universidad de Montreal. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Colorado en 2003 y recibió una beca Rockefeller Postdoctoral Fellowship en Dartmouth College, New Hampshire. Es experta en cuestiones de desarrollo international y politica en Mexico. Sus proyectos recientes de investigacion abordan la violencia politica y social en ese pais. Estudia las relaciones geopolíticas entre Canadá y México mediante las trayectorias y experiencias de migrantes y solicitantes de asilo.